29 de octubre de 2016.

Bruma y frío… lo normal para estas fechas a las 9:00h. El suelo mojado por el rocío y con algo de tempero por las lluvias de la semana.  Todo según lo esperado, mejor posiblemente, porque una semana antes no había caído ni una gota desde la primavera.

Haciendo hoyos
Haciendo hoyos

Los árboles plantados fueron coníferas de una sabia (de una primavera): sabina albar (30), pino carrasco (40) y piñonero (10); acerollo de dos sabias (50) y chopo a raíz desnuda (30). También algún “extra”, como quejigos, lentisco, arces… en total más de 160 árboles.

La máquina avanzó haciendo hoyos y detrás todos fuimos colocando los árboles. Se trabajó con esmero y mucha ilusión. En algunos casos, los árboles se protegieron del diente con mallas o tubos y sus alcorques fueron decorados con mucho mimo.

En faena
En faena

Sin duda algunos árboles necesitarán ayuda los primeros veranos. El año pasado (2015) tan solo cayeron 252 litros y este año no creo que lo superemos. A pesar de que elegimos los árboles más resistentes, el mejor suelo y la mejor orientación posible, no lo tendrán fácil. Corzos, ciervos, ganado, heladas tardías, sequía estival… mucho en contra. Durante la jornada, algunos dicen que firmarían con que 50 y los más optimistas con la mitad… es conveniente ser conscientes de la dificultad. Veremos qué pronósticos son los más acertados.

Con todo, disfrutamos de una agradable mañana y terminamos, como siempre que podemos, con un almuerzo en el refugio.

Almuerzo
Almuerzo

Muchas gracias a Javier López (APN) por sus consejos, a Francho Duque por prestarnos la máquina y en especial a todos los que asististeis por vuestra entrega que, como siempre, es el recurso más valioso y la principal motivación para repetir.

Un abrazo y hasta la próxima.