Y llegó por fin la undécima andada del Chismarrako.
A las 8:30 de la mañana, tras recoger el material preparado, agua y gorra, salimos rumbo al río Piedra. Cerca de 100 personas andando y prestando atención a los nombres de los lugares… los topónimos del término, la excusa de este año: Cerro Royalbo, La Butreta, Valdiviñas, Revuelta de las perdices, Puntal del Aladrero… palabras con significados sugerentes y misteriosos, incluso algunos, ya por desgracia, desconocidos.
En el río Piedra, realizamos la ruta de La Calzadilla, acondicionada por miembros de la asociación en la presente primavera. Un paseo agradable y pensamos que muy agradecido, cuya descripción puede verse AQUÍ. En esta primavera tan lluviosa y calurosa, la hierba alta casi hacía perder el trazo de la senda. Alguien dijo… caminante no hay camino, se hace camino al andar, qué verdad.
El almuerzo regado con vino de bota de los asistentes dio para disfrutar del entorno inigualable del Pozo de las Escaleras, a los piés del Morrón del Gaitero. Tras él, la vuelta al pueblo puso a prueba la resistencia al calor, amenizada con agradables encuentros y conversaciones, el mejor regalo del camino.
Ya en el pueblo, en el pabellón, familiares y amigos que no habían podido hacer la andada se sumaron a la fiesta llegando a los 160 comensales.
Muchas gracias a todos los asistentes por vuestra ayuda, por vuestros ánimos y agradecimientos. Nada mejor que comprobar vuestro compromiso con la actividad para saber que merece la pena. Intentaremos seguir en la brecha y poder disfrutar el próximo año en la siguiente andada. Entre tanto, veremos si nos da para otras propuestas 😉