Y van 15 años desde la primera vez, allá por el año 2010, cuando los que organizamos esto nos aventuramos en tal empresa, cuando las mesas y sillas había que solicitarlas a la Comarca del Campo de Daroca y teníamos muchas dudas y pocas certezas. – ¿Habrá que pedir el pabellón, no?, ¿Cuánta gente puede venir a andar?, ¿y si llueve?, ¿la ruta será accesible para todos?, ¿a quién encargamos la comida?, ¿y lo del seguro qué?, ¿habrá que hacerse asociación?, ¿difusión y web?… muchas dudas que en la práctica se han ido resolviendo primando siempre la continuidad del evento. Sin duda, el motor de dicha continuidad es el apoyo que todos los años tiene la actividad: una excusa para vernos y disfrutar de la primavera en Torralba de los Frailes, a pesar de los errores y contratiempos que inevitablemente puedan surgir. Este año estuvimos cerca de 80 personas para andar y unas 120 para comer.
El motivo de este encuentro era la presentación del cómic “Cuentos y Leyendas de Aragón, Comarca Campo de Daroca”, la tercera entrega de esta serie editada por Acrótera e ilustrada por Moratha. En Torralba de los Frailes transcurre una de las leyendas mostradas: el romance entre la molinera y el gaitero, entremezclada con tradiciones del pueblo, como la de pasar a los herniados recién nacidos por un rebollo (plasmada en el cortometraje así titulado “El Rebollo”, AQUÍ disponible) o el juego de los boliches de Torralba. Es tan rica la cultura de Torralba que aún quedó alguna leyenda para compartir en el paseo hasta el río, vinculada al trágico recuerdo de un niño, Blasico, que falleció atrapado por la carga de la caballería. En esta leyenda, se cuenta que a un cazador se le ocurrió disparar a la cruz que recuerda dicho accidente (La Cruz del Blasico) y como consecuencia… en fin, a saber.
La andada empezó en el pabellón como de costumbre, dirigiendo nuestros pasos al camino de La Aldehuela. El tema a tratar era el de los bosques, el carrascal especialmente, para lo cual repasamos apuntes de geología (suelo) y clima… comprendiendo la dureza del territorio y el temperamento de la vegetación que lo acompaña. Especialmente de las encinas (carrascas o chaparras). En el recorrido contemplamos un bonito paisaje, a pesar de la sequía, y lugares con nombre: La Laguna del Montecillo, La Cruz del Blasico, Los Portillejos, El puntal del aladrero… Entre dichos nombres destaca el del barranco por el que se desaguan las lluvias en la zona: Barranco Rubio. Sobre su dinámica y el torrente que lo vertebra se puede saber más AQUÍ.
El almuerzo lo hicimos en el Pozo de las Escaleras, a la sombra de los chopos cabeceros desmochados en el 2013. Trás él, fuimos encaminándonos hacia el pueblo, donde nos esperaban Moratha y Sonia para la presentación del libro, a los que estamos muy agradecidos por su tiempo y disposición.
Con los deberes hechos y las incorporaciones pertinentes, disfrutamos todos juntos de la comida y la sobremesa, muy agradecidos por la paciencia y la generosidad de todos los asistentes. Hasta la próxima.