6ª ANDADA POPULAR POR LAS HOCES DEL RÍO PIEDRA
ANDATE CON NOSOTROS – 2 MAYO 2015
Otro año más, y van seis, Torralba de los Frailes se llenó de gente para disfrutar de un paseo por su entorno más verde y querido… las Hoces del río Piedra. El pasado sábado dos de mayo fue de nuevo un día especial de la primavera.
Salimos pronto a eso de las 8:40 del pabellón rumbo a El Tejar, levantando el sol y el frío pronto vimos que iban a sobrar las chaquetas. El pliegue de las Valdiviñas, con su núcleo en el mismo navajo, es ya un paisaje reconocido y paseado, pero cuando el sol lo toca desde la misma Ermita de la Virgen de Belén, su claridad vuelve a llamar la atención como el primer día.
La Revuelta de las Perdices y la Piedra Ventolera anteceden un suelo negro del que nacen lejanos estruendos metálicos, de golpes de un herrero que antes de Cristo ya vivía en estos parajes haciéndose con las mejores ramas para fundir la piedra y sacar de ella el metal con la forma deseada. Al abrigo y con el ramaje menudo y prieto de la solana. Un poco más adelante, en La Puerta de La Hoz, restos de cerámica y hornos de miel.
Pasado el Pozo de las Escaleras, cogimos el Camino de Tortuera, barranco arriba, hasta llegar a El mirador del Reconquillo, una ventana a la verticalidad del Piedra. Aprovechamos para tomar aire, echar un trago de agua y una foto. Entrando ya en la solana hacia El Barranco del la cueva paramos para contemplar los cercos negros de las carboneras, disfrutando de los recuerdos de la gente del pueblo que nos guía en el camino. Rigores de un oficio perdido. Talar, apilar, prender y contener el fuego para una cocción lenta de la madera durante horas de cuidada espera. Al final, nos cuentan, viajes en caballerías y carros con el carbón a Calatayud, a la espera de un precio justo al trabajo realizado.
Entrando en La Hoz hay que cruzar el río seco para seguir por su margen derecho aguas abajo hasta el Molino, bajo el imponente desarrollo de las hiedras y las nacientes copas de fresnos, aceres, chopos, sauces, boneteros y otros árboles que, teniendo agua, tratan de encontrar su luz.
A almorzar toca. En el Pozo de las Escaleras no hay agua. Del Comando español (coche de apoyo afincado en Torralba y producido en los años 70, en España, que requeriría mención aparte) salen bocadillos, agua y vino. Recobramos fuerzas y nos dirigimos a Torralba, para seguir disfrutando de la compañía en torno a una mesa con buena comida y conversación. La sobremesa, de lo mejor, infusión de salvia, té o café, pastas y tarde de cartas. Según gustos.
Como otras veces, solo queda agradecer a TODOS de TANTO bueno que ofrecéis este día.
Un abrazo de todos los miembros de la asociación.
