5ª ANDADA POPULAR POR LAS HOCES DEL RIO PIEDRA
ANDATE CON NOSOTROS – 3 MAYO 2014
En torno a 100 personas anduvimos en esta quinta edición por el término de Torralba de los Frailes. En esta ocasión pudimos disfrutar de otro de los parajes más singulares y queridos por los torralbeños: La Laguna del Montecillo. En ella hablamos de sus características geológicas y botánicas, suficientes para su reconocimiento como humedal singular de Aragón y LIC. En el carrascal del Montecillo también pudimos observar las diferencias del suelo y sus repercusiones en las plantas que lo habitan.
De camino al río por el Barranco Rubio, nos encontramos con un motivo de conversación especial: La Cruz de Blasico, una cruz de caliza plantada en el borde del camino, según se cree, en recuerdo de un niño que quedó atrapado por el estiércol que transportaba en la caballería. No se conoce ni la edad del niño ni su familia, por lo que se piensa que quizás estuviese de paso por el pueblo. Tampoco se sabe la fecha, aunque por poco puede verse la inscripción. Según lo que algunos de los asistentes comentaron, rondaría la segunda mitad del siglo XIX. Se piensa que el niño, Blasico, transportaba el excremento de las vacas que pacían por aquel entonces en el cauce del río Piedra. Debió sacar la carga por el Barranco de los Portillejos, quizás para extenderla en algún campo de labor en tierras más altas. En el camino que sube por el Barranco Rubio, quizás por la fuerte pendiente, la inexperiencia, la mala suerte… o una combinación de estas causas, la carga se inclinó en los lomos de la caballería. Al intentar compensar la carga, esta se le pudo venir encima y suceder entonces el accidente… quién sabe. Otras fuentes apuntan a que es una cruz en memoria de un pastor que falleció de infarto. Ver texto completo.
Más abajo, ya en el río, pudimos contemplar uno de los meandros desde un mirador excepcional, el puntal del Barranco de los Portillejos. Sobre él, la dinámica del cauce y la diferencia entre umbría y solana se muestran con claridad.
Por último, imprescindible, el almuerzo en el Pozo de las Escaleras, a los pies del Torrejón del Molino. Lástima que este año la primavera esté siendo tan seca y nos haya privado de un remojón en el río.
Ya en el pueblo, a las 14:30 dio comienzo la comida, con unos 185 comensales. En esta ocasión estofado con vino de Cariñena, postre y café o infusiones del terreno, según el gusto. Por la tarde cartas, bolos y boliches, para todo estuvimos gente.
En definitiva, una jornada muy agradable para todos los que tuvimos la suerte de asistir. Queremos dar las gracias como siempre a TODOS los que colaborasteis en la organización de la jornada y en tantos momentos como viene siendo necesario. Este el principal motivo por el cual esta actividad haya cumplido este año su quinta edición.
Os esperamos al año que viene.
